Ser joven e indígena en la costa Caribe de Nicaragua supone aprender a vivir superando retos a diario. Con un acceso a la educación limitado, alejados de los centros de educación superior, rodeados de pobreza, migración, conflictos territoriales y escasa inversión pública, la juventud del Caribe convive cotidianamente con una realidad que está llena de dificultades y alejada de ofrecer expectativas de vida.
La actividad económica principal en las zonas rurales es la agricultura de subsistencia de productos tradicionales. El empleo formal para la juventud es prácticamente inexistente y son escasas las oportunidades para el emprendimiento y el auto empleo. La pobreza, vinculada a la falta de ingresos, y la muy escasa presencia de programas públicos de combate a la misma, sigue siendo la principal limitante para el desarrollo de las personas jóvenes. La pobreza es un factor determinante que obliga emigrar a la juventud hacia otros países o a las zonas urbanas, exponiéndolos a riesgos y a ser potenciales víctimas de redes de narcotráfico, trata de personas, delincuencia y violencia.
Ante esta situación, la mayoría de las personas jóvenes no tienen un plan de vida de mediano y largo plazo, se sienten inermes porque no ven prosperidad en su futuro y sin embargo no aceptan resignarse a vivir en la pobreza. Anhelan, al igual que otros jóvenes, poseer un teléfono, usar ordenadores y tener opción de explorar otras salidas profesionales con una mejor y mayor educación.
Y es en ese anhelo en el que radica su fuerza para impulsar su propio desarrollo, porque es una juventud que se reconoce luchadora, numerosa, con una actitud favorable al cambio y mucha motivación para desarrollar acciones que mejoren sus condiciones de vida y las de su entorno. Esta juventud se siente capaz de explorar emprendimientos productivos, acciones ambientales que protejan su ecosistema y de actuar para la mejora del conjunto de sus comunidades.
En este contexto, el programa EDEPROSASA Eje de Desarrollo Productivo San Jerónimo-Sahsa: una opción de los Pueblos Originarios de La Costa Caribe de Nicaragua ha desarrollado una serie de actividades en 21 comunidades del Caribe para apoyar las potencialidades de la juventud y contribuir al mejoramiento de sus condiciones de vida.
Solidaridad Internacional ejecuta este Programa junto con la asociación nicaragüense INGES (Instituto de Gestión e Investigación Social) y el apoyo de la Agencia Vasca de Cooperación para el Desarrollo.
En este boletín te contaremos un poco más sobre la realidad en la que viven las personas jóvenes, los retos que afrontan y los alcances de las acciones realizadas.
Artículos en este número...
- 1La juventud costeña: Superando retos
- 2¡Nos organizamos para salir adelante!
- 3Nuevas oportunidades laborales
- 4Sin equidad no hay desarrollo justo
- 5La tecnología, motor para transformar la realidad
- 6El río Sisin ¡Un salto de alegría!
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