“Los títeres también hablan de la equidad de genero”, el taller de títeres es un espacio pensado para que las y los participantes, a través de un proceso reflexivo y creativo, puedan hablar y reflexionar sobre la equidad de género; conjuntamente en el proceso los participantes aprenden a elaborar, manejar y usar un títere.

La metodología de la propuesta, está planificada para ser una experiencia horizontal, vivencial, activa y participativa; en donde los y las participantes utilicen el espacio como punto de encuentro para la creación, análisis y reflexión de temas de interés personal o colectivos, un espacio donde refuercen conocimientos adquiridos, fortalezcan  la autoestima. y adquieran herramientas técnicas y habilidades en la construcción,  manejo y uso de títeres y marionetas.

Las cuatro etapas de trabajo.

1- Introducción: presentación objetivos y metodología del taller.

2- Trabajo de mesa:

a- Análisis de temas y creación de textos y personajes.

b- Elaboración, de títeres y marionetas.

c- Uso, manejo de títeres y marionetas.

d- Montaje obras de títeres y marionetas.

3- Muestra del Proceso creativo

a- Muestra del trabajo realizado por los y las participantes (muestra de títeres creados en el proceso)

b- Presentación de obras de títeres creadas por los y las participantes en el proceso.

4- Devolución  del proceso vivido.

a- Rescate y elaboración de un resumen narrativo fotográfico de la actividad.

b- Devolución del resultados del proceso vivido.

¿Que hacen los títeres?

El objetivo del taller es sensibilizar a las y los niños sobre la importancia de la equidad de genero, para ello recurrimos al uso lúdico y creativo de los títeres y marionetas como agentes de reflexión y  socialización. Los títeres son agentes lúdicos que nos permiten abordar distintos temas de una forma amena y divertida, una estrategia que permite que grandes y pequeños puedan participar de forma lúdica y voluntaria en la propuesta.

Como si los días volaran.

Primer día: los títeres y la equidad de género, siete de septiembre. 17.00 horas, plaza San Antón de Amurrio, el corazón late más rápido de lo acostumbrado, un taller de títeres siempre es un acontecimiento creativo que invita a la imaginación.

De los participantes; Ivan, quien escribe, Irene, Markel, Naroa, Uxue, Ioritz, Niama, Jon, Kamara, Dannia, Karen, Ekain, Peio.

Jugando con la imaginación y haciendo uso de las marionetas nos acercamos a la reflexión sobre la equidad de género, nos preguntamos ¿que nos hacía iguales y distintos? Las respuestas que brotaron sin mayor complejidad variaron de forma pero no de fondo, para unos era el “tener pelo en la cara”, para otros “los Zapatos”, para otros incluso la existencia de “un hueso  misterioso, que es chiquito y distinto a los demás”, pero en lo que todos y todas coincidíamos era que, “niñas y niños todas y todos somos iguales”.

Es a partir de esta reflexión, que nos concentramos en jugar, en jugar aprendiendo, nos pusimos a escribir y a dibujar a plasmar nuestra imaginación sobre una hoja en blanco, el resultado fue el nacimiento de personajes e historias que empiezan a materializarse en títeres

Hablar, reír, jugar, son acciones que estimulan el aprendizaje, la creatividad y la reflexión, porque no siempre es fácil hablar  de cosas que son o aparentan ser complejas, generar espacios comunes para acercarnos a la reflexión de algún tema, es una tarea casi siempre con una visión muy adulta, pero en la realidad pareciera ser que, a los y las niñas, estos espacios  de reflexión le son cotidianos y naturales. Porque dialogar, escuchar, opinar en respeto no requiere de edad, ni de sexo.

Desde lo imaginario a lo real.

Un cuento, un  personaje, una idea plasmada sobre el papel. Los y las participantes trabajan de forma entusiasta, activa y creativa, paso a paso le  dan forma, personalidad y características a sus personajes e historias, la metamorfosis de los materiales corporiza las historias, y con ello el imaginario infantil se transforma, se convierte en una pequeña realidad que afianza la autoestima, fortalece la creatividad y aporta al desarrollo de la confianza individual y colectiva.

Día tres: Los niños y niñas son personas serias. En la mayoría de los casos recuerdan con lujo de detalles y exactitud las historias que han dibujado o escrito. Pero también recuerdan con igual exactitud el proceso que han estado viviendo.   Ante la pregunta  “¿Quién puede ayudar a Kamara con su títere?” – siempre se escucha mas de una voz que presurosa responde - “Yo puedo”- y las manos se multiplican solidarias y equitativas, por que no es lo mismo solo que acompañado.

Cuando Naroa nos contó “la historia del pájaro Silar” y sus aventuras para proteger a sus huevos, no pudimos menos que apretar el corazón, cuando Silar descubrió una nueva amiga llamada Laika supimos que podríamos sonreír, porque el mundo se construye de encuentros y hallazgos, de aprendizajes y enseñanzas. Porque todos y todas podemos, porque la empatía no hace diferencias.

Crear un títere es una tarea compleja, requiere de mucha imaginación, y por ello nos propusimos jugar a contar historias, a escribir o dibujar nuestras historias, y así empezó todo:

Ioritz navega por el espacio.

“Iot, es un guerrero interplanetario, que viaja por el espacio con su traje espacial, ve a un satélite pasar, sigue viajando y se encuentra con un avión espacial y sigue viajando y ve a otro satélite, así viajando encuentra a Electric el tanque robot, su enemigo con el que pelea, mientras en la tierra una flor los mira”.

Markel, jugando descubrió el árbol de la alegría,

“Un día, una niña que no tiene nombre se encontró un árbol que hablaba, el árbol le dijo a la niña, “que no llore porque sino  a él se le caerían las Hojas y la gente dejaba de tener alegría”, y la niña no lloró, hasta que llego un día que la niña lloró y al árbol se le cayeron todas las hojas y la gente dejo de tener alegría y la niña también”.

Niama, con su ancha sonrisa nos contó la historia de Gulan

“Gulan es flaco, es alto, tiene once años y le gusta ayudar a la gente,  a el siempre le gusta salir a la ciudad, el siempre salía a la calle para ver como estaba, un día salió y encontró a un señor muerto, lo cargó y lo llevó al hospital y el señor se sintió bien”.

Naroa de nueve años nos contó la historia de Silar.

Silar es un ave que vive en un lugar donde hay muchos cazadores, como los perros, los gatos y muchos más, un día puso huevos, así que se los llevo lejos de los cazadores, los dejo en una granja y una perra que que vivía allí los adoptó, la perra se llamaba Laika.

Dos años después los pajaritos paseaban sobre el lomo de Laika, cinco años después los pajaritos ya habían crecido y tuvieron crías, y Laika también tuvo crías, y como los pájaros ya eran grandes y también tenían criás, y se las intercambiaron, así los pájaros criaron a una perrita bebé y Laika crió a un pajarillo bebé”.

Uxue y Jon de seis años se confabularon para contarnos la historia del caballero Mikal

“El caballero Mikal que estaba en su castillo, y un día de mucho sol vino el dragón electric que era su enemigo y luchó contra él  porque venia a destruir el castillo, el caballero Mikal le gano al dragón que se fue”.

Kamara de cinco años y la menor de cinco hermanas, que a decir de su madre todas son un regalo de la vida.

Ella nos contó la historia de “un señor que se llama maxi y que le gusta comer y hablar con personas, el tiene una flor que es su amiga”.

Karen, de cinco años nos contó con sus dibujos, la historia de “una mariposa azul que visita su casa, por que su casa tenia muchos colores”.

Ekain de cinco años, nos contó la historia de una oveja y un arco-iris, “una oveja paseaba por el campo, y un día llovió, y la oveja se mojó y después apareció un arco-iris donde se escondió la oveja y se secó”.

Peio, de seis años, nos contó la historia de “un día de lluvias, las nubes dejaban caer sus gotas de lluvia sobre la casa y el sol se empeñaba en salir y las nubes tercas no querían que el saliera, pero como el sol es grande salió y las nubes se tuvieron que ir”.

Y colorin colorado esta historia ha empezado

Nuestros Agradecimientos al ayuntamiento de Amurrio, a todo el personal que nos acompañó y apoyó en esta experiencia, a la Diputación Foral de Álava por permitirnos acercarnos al imaginario de los y las niñas, a Solidaridad Internacional que ha sido el vínculo y vehículo motor de esta historia,  a las y los niñas/os, padres, madres y todas aquellas personas que nos apoyaron y acompañaron en este proceso.

Gracias totales.

Nosotros los mismos de siempre