En un contexto de envejecimiento a nivel global, la población de África sigue creciendo a un ritmo mucho más elevado que en el resto de los continentes. Según datos estadísticos, las mujeres africanas conformarían en este momento el 8% de la población mundial. En todo el mundo el papel de las mujeres está siendo determinante para poder realizar cambios hacia un mundo más igualitario y en África, con toda su diversidad, también se están dando esas transformaciones.
Vivimos en un momento en el que ya no es posible valorar el desarrollo de un país sin hacer visibles a las mujeres y las políticas enfocadas en su empoderamiento y supervivencia. Se suele unir la idea de la presencia de mujeres en la política con la mejora de políticas de desarrollo, ya que estas políticas suelen poner el foco también en temas relacionados con la salud de las mujeres, y ello repercute positivamente en la salud de sus comunidades. Los sectores en los que se suelen reflejar estas mejoras suelen ser el aumento de la esperanza de vida de las mujeres y las reducciones en mortalidad materna e infantil. Existen diferentes investigaciones que demuestran que la salud pública es un ámbito que las mujeres parlamentarias africanas consideran como prioritario, hecho que no se da tanto en el caso de los hombres parlamentarios.
No hay duda de que la presencia femenina en la política tiene un impacto extremadamente positivo en la lucha contra el patriarcado, ya que las mujeres interpelan problemáticas específicas sobre cuestiones de derechos de las mujeres; aun así, este camino tampoco está siendo fácil. En África también, las mujeres políticas tienen que hacer frente a discriminaciones y vejaciones sustentadas en estereotipos de género. Para hacer frente a esto, se han redactado leyes y decretos que reglamentan el acceso de las mujeres a la arena política.
Sin embargo, como veremos a lo largo de este número, son muchos los nombres de mujer en primera fila de la política africana que han llegado con fuerza para visibilizar y priorizar otras realidades. Uno de ellos es el de la actual presidenta de Etiopia Sahle-Work Zewde, que al tomar posesión de su cargo dijo “Si alguien piensa que hablo mucho sobre mujeres que espere a escuchar todo lo que tengo que decir”. Es imposible nombrar a todas, pero es importante visibilizar su papel transformador desde las distintas posiciones que ocupan. No todas llegan a los parlamentos, pero desde las asambleas y grupos de mujeres también se están liderando revoluciones y están siendo motor de cambio.