Leticia Herrera vive en la comunidad Moss, a 65 km del centro del municipio de Puerto Cabezas en el Caribe Norte de Nicaragua. El Llano, donde ella vive, es un territorio complejo, lleno de pinares en un suelo rojizo, sus habitantes principalmente son miskitos y mestizos.
Leticia tiene 35 años y es líder de su comunidad, desde hace 3 años está participando activamente en la implementación de los huertos agroecológicos en su propio patio, en un terreno alrededor de su casa.
En esta zona del país hablar de producir en el mismo terreno donde se ubica la casa es algo inusual, las familias del territorio generalmente ubican sus parcelas de trabajo en lugares alejados (a veces hasta a cuatro horas de distancia) donde siembran granos básicos en grandes parcelas. Este modelo extensivo, hace que sean principalmente los hombres quienes asuman la gestión de esta tarea productiva, siempre con el apoyo de las mujeres. Así, la sostenibilidad alimenticia de las familias está garantizada con lo que logran producir, pero dependen enteramente de un reducido número de cultivos que les proporcionan una alimentación muy poco equilibrada y diversificada.
Por ser el hombre el que toma la responsabilidad de la tarea productiva, es también el que controla los ingresos que de ella se derivan. Las mujeres tradicionalmente se dedican a la crianza y cuidado de los niños y niñas, un trabajo que no es remunerado y que las coloca en una situación de dependencia económica.
Ante las desventajas de este modelo productivo, el Programa EDEPROSASA propuso un modelo de huertos de patio, cercanos a la vivienda de la familia, diversificados con hortalizas, frutales y pequeños animales y manejados por mujeres. Se promocionaron además tecnologías de producción con escaso impacto ambiental y medidas de adaptación y mitigación al cambio climático. De esa manera, se avanza hacia modelos de producción que ejercen menos presión sobre los recursos naturales de la zona.
Así es como Leticia, luego de la invitación a participar en las actividades impulsadas por el Programa, comenzó a implementar los conocimientos adquiridos y a producir hortalizas en su propia parcela de terreno, además encabezó la tarea de buscar a otras mujeres para que hicieran el intento de cosechar en el propio patio.
A este grupo de mujeres se las impulsó para participar en la capacitación sobre agroecología y producción en pequeños huertos de patio. Leticia se ha convertido en un referente comunitario, y ha logrado convertir su pequeña parcela en un verdadero ejemplo de cómo manejar un huerto, en el que ha logrado sembrar malanga, yuca, plátanos, tomates, chile, flor de Jamaica, ayote y pipianes, entre otros, además de criar conejos y gallinas para diversificar la ingesta de proteína.
Poco a poco, combinado con sus labores en el ámbito doméstico se ha ido incorporando al trabajo de la huerta y ha logrado consolidar un hermoso proyecto que le posiciona en mejores condiciones para hacer frente al cambio climático y garantizar la sostenibilidad alimenticia de su familia.
Producimos para comer y si producimos más, lo vendemos para generar ingresos, de esta forma, afirma Leticia, poco a poco más mujeres se están integrando al grupo que replica hábilmente lo que desde la asistencia del proyecto les han ido enseñando, para manejar de manera efectiva sus pequeñas plantaciones. En su comunidad inicialmente fueron seis mujeres las que se organizaron y ahora según afirma, son más de 20 las que están interesadas.
Las mujeres y su participación en la dinamización de la economía comunitaria, desde un modelo de producción más inclusivo, intensivo y resiliente, permite que se vayan cambiando las condiciones de vida de las comunidades donde el Programa ha tenido impacto. Además se promueve una diversificación de la dieta y generación de ingresos para las mujeres.
Complementando la formación en temas productivos, Leticia y otras mujeres de la comunidad están recibiendo también cursos sobre prevención de violencia, género y liderazgo, esto les posibilita una lectura más completa de sus realidades y más opciones para mejorar las relaciones en sus familias y comunidad.