# 20

Perú: Desarrollo sostenible en el Valle del Cusco

Derechos

Si no tenemos agua no hay vida

Medioambiente

Sembrando y cosechando agua

Impacto

Más tiempo para las niñas y los niños

Voces y testimonios

Gracias a las capacitaciones vivimos mejor

Voces y testimonios

Ahora nosotros llevamos al mercado para vender

Medioambiente

Valorizando los residuos sólidos

Impacto

Recuperando conocimientos ancestrales andinos para una soberanía alimentaria

Voces y testimonios

Testimonios

Materiales

Recursos y Materiales

INTRODUCCIÓN

Con esta serie de cuatro boletines queremos mostrar, de manera resumida, las principales acciones y logros del programa “DESARROLLO INTEGRAL DE COMUNIDADES INDÍGENAS DEL VALLE DE CUSCO”, el cual fue implementado entre 2013 y 2015 por el Centro Guaman Poma de Ayala de Perú con financiación de la Agencia Vasca de Cooperación al Desarrollo y el acompañamiento de Solidaridad Internacional - Nazioarteko Elkartasuna.

El objetivo de este programa era promover el desarrollo integral y participativo de las comunidades indígenas del Valle de Cusco (Perú) mediante el desarrollo de las capacidades de mujeres y hombres, el impulso a la gestión ambiental, la mejora de su habitabilidad y el fortalecimiento de la gobernabilidad inclusiva.

La población sujeto de este programa se encuentra ubicada en las zonas de ladera y las partes altas de las sub cuenca Huatanay, en el Valle de Cusco. Concretamente se ha trabajado en 43 comunidades indígenas caracterizadas principalmente por la dispersión, el abandono existente de parte de las entidades públicas a nivel regional y nacional, el limitado apoyo de las municipalidades y los escasos recursos económicos de los que éstas disponen para la dotación de los principales servicios que demanda la población.

En estos contextos geográfico la población de la sub cuenca identificó tres ejes que respondían a tres grandes problemáticas relacionadas entre sí: (1) la inadecuada gestión ambiental, especialmente de los recursos hídricos y sus bienes asociados; (2) la precariedad de las viviendas productivas; y (3) la débil gobernabilidad local para asumir procesos inclusivos y de gestión del territorio.

En este primer boletín vamos a abordar el primero de los tres ejes de acción del programa, el relacionado con la SOSTENIBILIDAD y el MEDIOAMBIENTE.

Artículos en este número...

  • 1
    Si no tenemos agua no hay vida
  • 2
    Sembrando y cosechando agua
  • 3
    Más tiempo para las niñas y los niños
  • 4
    Gracias a las capacitaciones vivimos mejor
  • 5
    Ahora nosotros llevamos al mercado para vender
  • 6
    Valorizando los residuos sólidos
  • 7
    Recuperando conocimientos ancestrales andinos para una soberanía alimentaria
  • 8
    Testimonios
  • 9
    Recursos y Materiales

El programa se planteó un primer eje de acción con el que se buscaba promover una gestión articulada del agua y de los recursos naturales asociados (tierra o suelo y la cobertura vegetal), fortaleciendo y potenciando las propuestas innovadoras para salir de la pobreza que vienen implementándose en algunas comunidades.

Se ha abordado el fortalecimiento de las capacidades técnico-sociales de lideresas y líderes de las comunidades indígenas en la gestión integrada de los recursos naturales.

Asimismo, se han implementado acciones orientadas a la siembra y cosecha del agua en las cabeceras de cuenca (zanjas y galerías de infiltración de aguas pluviales), y prácticas mecánicas y agronómicas de manejo y conservación de suelos a nivel familiar y comunal.

Julia, comunera de la Comunidad Campesina de Pillao Matao en el Distrito de San Jerónimo, nos cuenta con sus propias palabras como fue esta experiencia:

En mi comunidad hemos hecho primeramente una organización en el año 2005. Nuestras captaciones de agua de riego se nos habían secado hace diez años, y con la capacitación del instituto Guaman Poma de Ayala y la Municipalidad de San Jerónimo nos hemos organizado para realizar nuestra zanja de filtración.

Primero hemos hecho una asamblea general para podernos organizar y ver cómo podemos recuperar nuestras captaciones que ya se estaban perdiendo. Después nos hemos organizado para hacer las faenas y las zanjas de filtración o sembrío de agua de 50 cm de altura, 40 cm de ancho y 5 m de largo que hacen que las lluvias se mantengan. Pasando el año, poco a poco, con cada lluvia, se mantiene el agua. Y en enero-febrero hacemos una fiesta o ritual del sembrío del agua donde varones y mujeres (…) hacen las zanjas y plantamos plantas nativas. Antes no sabíamos y plantamos más eucaliptos, que nos han secado toda el agua.

También hemos hecho un proyecto de galerías filtrantes de 155 metros líneales de galería. Las aguas que hemos cosechado bajan a la falda del cerro y las galerías filtrantes las captan para el riego de nuestros productos, de nuestras chacras. Y de aquí a uno diez o quince años nos servirá para el consumo humano, pensando en los niños, los hijos que van a venir, y en el agua que van a consumir. SI NO TENEMOS AGUA NO HAY VIDA.

Como hemos visto, ante la escasez de agua en la zona, las comunes se han puesto en marcha para sembrar y cosechar el agua de lluvia. Veamos a continuación como se contribuye a la recarga de los acuíferos mediante la construcción de zanjas de infiltración de aguas pluviales y forestación

¿Qué son las zanjas de infiltración de aguas de lluvia?

Son canales de sección rectangular de aproximadamente cinco metros de largo, medio metro de ancho y medio metro de profundidad, que se construyen en suelos de ladera, principalmente en las cabeceras de cuenca. Las medidas pueden variar en función de la pendiente, condiciones y usos del suelo, y del clima de la zona donde se quiere construir zanjas.

¿Cuáles son sus objetivos?

Los objetivos que se quieren lograr con las zanjas de infiltración son:

  • Captar el agua de lluvia favoreciendo su infiltración en el subsuelo y la recargar de los acuíferos.
  • Evitar la erosión del suelo ocasionada por las aguas de lluvia.
  • Validar como alternativa a los efectos del cambio climático.

¿Qué beneficios tienen?

  • Aumentan la capacidad de infiltración del agua de lluvia en el subsuelo.
  • Favorecen el prendimiento y crecimiento de las plantaciones forestales.
  • Evitan la erosión del suelo.
  • Incrementan la humedad del suelo favoreciendo la agricultura, los pastos naturales y en general contribuye al crecimiento de la cobertura vegetal.
  • Aumentan el volumen de agua de los manantes.
  • Contribuyen a disminuir los conflictos socio ambientales por el acceso al agua.
  • Son una alternativa a los efectos del cambio climático y el calentamiento global, favoreciendo la siembra y cosecha del agua.

¿Cómo se construyen las zanjas de infiltración?

En el póster que mostramos a continuación se detallan los pasos para la construcción de este tipo de estructuras.

Las acciones realizadas en material de gestión de recursos hídricos, ha supuesto, entre otros resultados, que en las comunidades se disfrute de un consumo de agua seguro y continuo, tanto para el uso doméstico como el productivo. En este último caso, con la instalación de sistemas de riego por aspersión para los cultivos se ha conseguido ampliar la frontera agrícola y aumentar la producción, lo que ha supuesto una mejora de los ingresos económicos de las familias campesinas. Y sobre todo, ha supuesto que las familias tengan más tiempo para dedicarse a si mismas.

Veamos el testimonio que nos deja Gregorio, Presidente de la Comisión de Regantes de la Comunidad Campesina de Pillao Matao, en el Distrito de San Jerónimo:

“La organización de la comunidad ha empezado primeramente por apoyo de las ONG en cuanto a lo que es la salud. Empezando con la institución Guaman Poma que ha sido un impulsor en cuanto a lo que es el manejo y el uso del agua. Antiguamente la calidad del agua no era apta para el consumo porque utilizábamos de la acequias que llegaban a las chacras para uso de la agricultura, pero al pasar los años las instituciones no han ayudado con la instalación de aspersores en la chacras y posteriormente mejorando con el uso de agua potable, haciendo reservorios en la parte de arriba y así a cada hogar llego las piletas. Y esto ha sido un proceso y un orgullo para la comunidad, gracias a las instituciones que nos han apoyado.

También ha mejorado la situación en cuanto a lo que es el ahorro de tiempo en el hogar. Y en la salud de los niños porque padecían de diarreas y otras enfermedades que perjudicaban a la comunidad en sí, no había un buena salud y en la educación no rendían los hijos. Hoy en día tenemos un agua apta para el consumo y creo que en esa parte la comunidad siempre ha estado organizada para realizar los trabajos mancomunados. Acá no trabajamos sólo los varones, si no que tanto las señoras como los jóvenes mayores de edad.

El tiempo en sí lo dedicamos ahora más que todo a la crianza de animales menores, las hortalizas y también un poco más de tiempo en los niños, que son el futuro de la comunidad.

Creo que el tiempo en si ha sido bastante beneficioso para cada hogar de la comunidad, el agua que se ha hecho llegar a cada domicilio que es apta para el consumo, potable. Lo que más beneficia más lo que es la calidad de agua. Dos, mejora lo que es la salud de los niños y de la familia misma en la comunidad. Y tres, beneficia que TENEMOS EL AGUA LAS 24 HORAS.

A nivel de Gestión Integrada del Agua, destacamos la mejora que se ha promovido en el marco del programa en la red de tuberías de la zona y la formaciones para su mantenimiento que se han realizado entre lideresas y líderes de las estructuras comunales del gestión del agua (Juntas Administradoras de Servicios de Saneamiento y Comisiones de Regantes).

La formación y la capacitación han sido una transversal de todo el programa, sirviendo a la población sujeto, en especial a las mujeres, en muchos aspectos, más allá del agrícola, como nos cuenta Vicentina, tesorera de Riego por Aspersión Nawunpujio de la Comunidad Campesina de Patabamba, en el Distrito de Coya:

“(…) nos da capacitación a donde acudimos siempre en los temas de riego por aspersión donde aprendemos al menos un poco. Ahora estamos mejor organizados, antes los varones se emborrachaban y no podíamos vivir bien.

AHORA GRACIAS A LAS CAPACITACIONES RECIBIDAS VIVIMOS MEJOR Y NUESTROS HIJOS TAMBIÉN. Hoy estamos mejor, no hay violencia familiar como antes, recibimos visita de otras instituciones que nos capacitan. También los señores policías han venido y coadyuvan en las capacitaciones y ya no vivimos como antes.

Nuestros hijos hoy en día son más despiertos porque ya no ven lo de antes, ahora van hasta la Universidad y otras instituciones. Ahora los hijos están mejor. (…)”.

Con las acciones implementadas en el marco del programa se ha contribuido a un mayor fortalecimiento de los mercados locales disminuyendo la dependencia de los productos externos, principalmente de aquellos que ingresan al país con costos subsidiados afectando fuertemente la economía rural campesina o indígena.

Como nos dice Guillermina, comunera de la Comunidad Campesina de Patabamba, en el Distrito de Coya, el riego por aspersión les ha permitido una producción variada y suficiente tanto para el consumo propio como para la venta:

“Trabajamos pasto, alfa, trébol rojo, raygras, avena… Y todo eso con riego por aspersión acá en Patabamba. Antes regabamos por gravedad, pero sufriamos en las noches frías, sin dormir. Ahora ya podemos regar por riego por aspersión (…). Agradecemos bastante, ya que con eso ya cambio el riego.

Ahora regamos para comer lo que trabajamos: maíz, papas, habas, quínoa, trigo… (…). También trabajamos verdura: lechuga, zanahoria, cebolla, apio, repollo, brócoli, coliflor… para comer. Y esto con el riego por aspersión. Antes no trabajábamos esto, comprábamos en el mercado. AHORA NOSOTROS LLEVAMOS AL MERCADO PARA VENDER”.

En cuanto a la gestión de los residuos, en el programa se han realizado diferentes acciones de capacitación y comunicación dirigida a la población de las comunidades indígenas, y de formación sobre la organización e implementación de buenas prácticas asociadas al manejo de residuos sólidos.

Para ello se ha utilizado materiales audiovisuales como los que mostramos a continuación, con el zorro y el cóndor como personajes de animación:

Y también folletos informativos y de sensibilización para un consumo responsable y una revalorización de los residuos.

Con estos materiales se ha trabajado especialmente en las escuelas de las comunidades.

Hemos recogido el testimonio de Luz Marina, Yulisa, Juan Álvaro, Álvaro y Efrain, de la Institución Educativa 50709 en la Comunidad Campesina de Conchacalla, que nos hablan de la gestión de los diferentes residuos que se generar en sus centros escolares y de su sensibilización en temas de limpieza personal:

“La basura orgánica la utilizamos en la chacra, y los papeles, los plásticos y las latas lo separamos cada uno en un plástico, y después viene el carro recolector. La Materia Orgánica la juntamos para el compost, y luego lo llevamos a la chacra, lo mezclamos en el suelo y después sale un buen producto, sano y fuerte”. (Luz Marina, IE 50709 de la Comunidad Campesina de Conchacalla, Distrito de San Jerónimo)

“Cuando crecen las lechugas, no tienen nada de enfermedad, la tierra es más nutritiva. Sale buen producto, si usar químicos”. (Juan Álvaro, IE 50709 de la Comunidad Campesina de Conchacalla, Distrito de San Jerónimo).

“Hacemos porta-lapiceros y maceteros (reciclados) para las plantitas”. (Álvaro, IE 50709 de la Comunidad Campesina de Conchacalla, Distrito de San Jerónimo).

“Para la limpieza es importante lavarnos las manos, porque agarramos muchas cosas, bacterias. En mi casa somos limpios, sanos y fuertes. Nos bañamos en ducha solar, y somos limpios y nos venimos a la escuela limpios y bien felices.  Ahora hacemos reservorios para juntar el agua y no desperdiciarla. Ahora tenemos un buen baño y duchas solares, y en la cocina tenemos un lavatorio. El piso de nuestra cocina ya no es de tierra, ahora es de cemento”. (Yulisa, IE 50709 de la Comunidad Campesina de Conchacalla, Distrito de San Jerónimo).

“Me levanto por la mañana, me lavo las manitas, me tomo el desayuno, me baño y vengo a la escuela. Así no tenemos enfermedades y estamos sanos y fuertes. Antes no teníamos ducha solar, y andábamos cochinos. Ahora hemos aprendido a lavarnos las manos, a utilizar el agua sin desperdiciarla. Antes íbamos al campo a hacer nuestras necesidades, ahora ha mejorado y tenemos baños, servicios higiénicos”. (Efrain, IE 50709 de la Comunidad Campesina de Conchacalla, Distrito de San Jerónimo).

Con estas acciones, a nivel de resultados, se ha conseguido que:

  • Aumente en un 72% el numero de personas que separan los residuos orgánicos de los inorgánicos,
  • Un 80% de las y los participantes en las actividades cuenten con mayor información sobre el aprovechamiento comercial de los residuos.
  • Una gran mayoría de las personas participantes sean conscientes de que cómo un mal manejo de la basura genera enfermedades diarreicas agudas y enfermedades cutáneas.

Está comprobado que la inseguridad alimentaria y una alta dependencia externa, genera inequidades en la sociedad. Ello supone que la población sea más vulnerable ante los riesgos de la desnutrición, siendo necesario prevenirlas mediante acciones coherentes y sustentables.

Esto reducirá la vulnerabilidad de la población de escasos recursos económicos y, en general, fortalecerá los procesos de desarrollo local de una sociedad.

Una de las mayores inequidades es la de género, que coloca a las mujeres en situación de mayor vulnerabilidad, no sólo porque ellas sean las afectadas en mayor medida en caso de la falta o escasez de una alimentación adecuada, sino porque sus capacidades no son reconocidas en toda su extensión y su recuperación posterior se convierte en un proceso largo y costoso.

La soberanía alimentaria es entendida como el derecho de las personas a una alimentación sana, saludable, nutritiva y culturalmente adecuada, accesible, producida de forma sostenible y ecológica, donde las personas ejercen su derecho a decidir su propio sistema alimentario y productivo, en armonía con el manejo sostenido de los recursos naturales.

La soberanía alimentaria requiere que el Estado asuma su responsabilidad, generando políticas en favor de las mujeres y hombres que producen los alimentos y los consumidores de dichos productos.

Implica la participación de los productores y productoras, de las entidades privadas y de las organizaciones de la sociedad civil.

En este entender, la soberanía alimentaria acoge el enfoque de la agricultura andina sostenible basado en recuperar, sistematizar y aplicar el conocimiento y la tecnología ancestral, el manejo sostenido de los recursos naturales, a los que se incorpora el conocimiento universal, siempre que los elementos externos no alteren el frágil ecosistema andino.

En este marco, el programa ha trabajado en la recuperación y sistematización de las experiencias vigentes en las comunidades indígenas para conseguir así una producción de alimentos sanos y saludables.

En el caso de la producción de abonos orgánicos, se ha promovido, con cartillas como la que mostramos a continuación, las siguientes técnicas:

  • Producción de estiércol, compost y de humus de lombriz.
  • Los abonos verdes
  • El usos del mulch o cobertura vegetal muerta.
  • Los purines y el abono vegetal foliar.
  • La raq’osqa y el bocachi, como abonos orgánicos.

01 – Agua limpia

02 – Un orgullo para la comunidad

03 – Las mujeres ocupamos cargos

04 – Los hombres nos miran con respeto

05 – Si no tenemos agua no hay vida

06 – Nosotros vivimos felices

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